El masaje reductivo, como su nombre lo dice, permite disminuir, eliminar y reducir la acumulación de grasa localizada, esto mediante la aplicación de fuerza, precisión y mucha velocidad sobre la piel. De esta forma estiliza el contorno de la figura y crea una silueta más estética.
Este tratamiento no es una herramienta para perder peso, más bien en un complemento para que, a través de una alimentación balanceada, la persona mantenga una figura estilizada.
Antes de someterse a este tratamiento es importante asegurarse de que la persona que hará el masaje reductivo efectivamente es un profesional en la materia. Esto es muy relevante ya que, si bien este procedimiento puede dejar algunas marcas y/o moretones en la piel, estos deben ser leves, pero si lo hace cualquier persona, se puede salir muy lastimada e incluso con hematomas.
Ahora también si se padece alguna enfermedad o la persona sufre molestias constantes que pudieran deberse a algo no diagnosticado, lo mejor es asesorarse por un médico para que éste determine si es factible someterse al tratamiento.
Algunos beneficios de los masajes reductivos
Como se dijo anteriormente, el masaje reductivo no es una técnica para bajar de peso. Este funciona como complemento a una dieta balanceada y el ejercicio ayudando a reducir medidas y a estilizar la figura.
Esta técnica puede aplicarse a diversas zonas del cuerpo: abdomen, glúteos, cadera, brazos y pantorrillas, por mencionar algunas. Entre sus beneficios destacan que:
- Es ideal para remover y eliminar la grasa no deseada
- Ayuda a disolver el tejido adiposo y la celulitis, por el calor producto de los movimientos.
- Beneficia la circulación sanguínea y linfática
- Reafirman y tonifican los músculos.
- Ayuda a la relajación, sobre todo si se realiza en un ambiente agradable, con música adecuada de fondo y aromaterapia.
- Alivia el estrés.
- Contribuye a eliminar la tensión muscular
